Publicado el 21/09/2023
Ante la aceleración del proceso inflacionario que vive el país es comprensible que los y las colegas se pregunten qué está haciendo el Colegio por los ingresos profesionales, es decir, los aranceles y los honorarios. La respuesta, necesariamente, debe comenzar por el hecho de que nuestro Colegio se rige por leyes tanto provinciales como nacionales y las mismas no nos permiten imponer decisiones en materia económica ni a los financiadores del Sistema de Salud (empresas de medicina prepaga, obras sociales) como a quienes emplean los servicios de bioquímicos y bioquímicas.
Dicho esto, quienes integramos la institución tenemos la convicción de que la práctica profesional exige aranceles abonados con celeridad que permitan un trabajo de calidad en un laboratorio de calidad donde quienes ejercen la profesión lo hacen con los derechos que la ley reconoce a cualquier trabajador. Es una convicción que, a pesar de encontrarse desde 1991 desregulados los honorarios profesionales en nuestro país, nos llevó a establecer la Hora Bioquímica Ética que refleja el convenio colectivo de trabajo de ATSA, la Unidad Bioquímica Ética Mínima que se aplica al Nomenclador Bioquímico Único establecido por Ley 27232 y, fundamentalmente, a ser siempre nexo y sitio de encuentro entre colegas empleadores y empleados así como de las distintas gremiales.
Hemos sido el nexo en los peores días de la pandemia y obviamente lo seremos en una situación que afecta de manera directa la sustentabilidad de nuestros lugares de trabajo.